Detén tu presura
Eres precioso instante
Infinito
Enredo de titanes
Riesgo deseado
Lindo
Tan simple como la palabra lindo.
Eres asiduidad a los sueños
Tesón encarnado
En los vítores de tus ojos,
Siempre brillantes.
Porfía
Aún dormida
Vive con ahínco la serpentina colorida
De tus funerales,
Celebra con lágrimas
Que has dado muerte
Al parvo ocultismo
Ya no cabe
Disfraz ni simbolismo.
Del almidón bebido
Fragüe de la infancia
Curva tu cuerpo
Ignora la estaca
Eres el género
Sin ajustes ni amarras.
Y Cual Céfiro
Sé sagaz soplo
Como tibio gemido
Al contacto sudado
De nuestros nasolabios,
Y el retroceso
Que sea arena entre tus dedos
Gíralo
Para tomar
Aún más vuelo.
1 comentario:
Es muy propio de ti,
que bello es cuando una palabra puede en si misma albergar un verso, que simplicidad y transcendencia comunica. Me he convencido de a poco que para ser revolucionario, la primera condición es ser feliz, porque a pesar de las injusticias vividas y evidenciadas, debemos tener siempre la alegría de la esperanza y la voluntad viva de muchos hombres y mujeres que sienten la pasión transformadora igual que nosotros. Así me he convencido, también, que por tanto, el revolucionario no debe solo trabarse en dilucidar las inconsecuencias de todos, y del todo, sino que debe también ser mas simple, mirar, comprender, amar y colaborar... por mucho que algo no nos parezca, nos frustre, nos desanime, nos desencante, debemos seguir porque hay algo quizá mas valioso al otro lado, que es la alegría de disfrutar la vida a pesar de todo. Sé que no tiene mucho que ver, pero me vino a la mente con tu identitario poema. Sólo el mensaje es: Disfruta los momentos más simples de la vida, y tómate de ellos, utilizándolos como herramientas de transformación.
Después de todo:
"Ya no cabe disfraz ni simbolismo"
Un gran abrazo, compañero. :)
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