27 feb 2011

Porque eres irremplazable.


Te amo Antonia. Sonará cliché, pero eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Te quiero tanto, tanto, que no podría imaginarme un segundo sin ti, Francisca. Quiero que estemos uno por el otro, uno para el otro por siempre, fuera de toda rutina, fuera de toda facilidad, fuera de todo impedimento... quiero pasar el resto de mis días junto a ti, Paula. Eres a quien más he amado, y a quien nunca dejaré de amar. Tal como lo oyes, Carla, esto es indestructible, inseparable, interminable. Te amo, definitivamente te amo. ¿Cómo imaginas nuestro futuro, Susana? En manos entrelazadas, sonrojadas por nuestros hijos, dolientes por su crecer, tristes por su partida. Así es, Pía, eres la única mujer a quien realmente he amado en mi vida, como ti no hubo ni habrá nadie; porque, Marcela, contigo la ternura me empapa como nube, el aliento sonríe, la tierra ruge, contigo vuelvo, vuelo; contigo el presente es aquel con quien nunca he vivido, el futuro es irremediable junto a tu lado, María, el futuro es nuestro, sólo nuestro, de nadie más, de nadie más.