11 dic 2017

Algunas cosas sólo tienen que pasar


Tormenta platina
anonadas mis sentidos
si a cada segundo floto…
entonces me anclo a ti.

Ya no existe gravedad:
es el arqueo de tu hiedra
con el vaivén de mi lengua,
obviamente fluir.

Tu verbalidad de carne
con mi despedrado rubí
tantas risas de atraganto
déjame verte cundir.

Estaño del descuido
Chuquicamata sin dúctil contenido
no importa el ultimátum
ese canario me ha de sonreír.
Aquieta ya tu boca, prometo descubrir
lo que volverá a ser cubierto
con tu sigilo esquivo 
y mi deseo ya no reprimido.

Es la perversión del prohibido
la abertura con ahogado quejido
romper el miedo de explorar la cueva virgen
de la mano con tu cejo nortino.

Girasol de terciopelo oro
no descuides la semilla
voy a susurrarte al odio
que brotaré dentro de ti.

Miocardio Linfo


Ojalá hoy sea un mejor día para ti, amor.
Que la calma rebose en tu cabeza,
que logres derrotar a los fantasmas,
que la confusión dé paso a lo cierto,
a lo claro,
que la rabia no inunde tu pecho,
ni la frustración nuestro afecto.

Te mando,
desde este aludido de más insomnio que vida,
de muchas penas tal polvo se guarda bajo la alfombra,
toda la cobija de mis brazos extendidos.

Sí tienes lugar, preciado mío,
Y ese lugar quizás no es un único físico,
una misma veracidad,
sino que es lo que has embutido en otros corazones,
con cuántas centellas derrotadas,
con cuántas tierras conquistadas.

Y acá tienes un corazón que quiere llenarte a ti.

Ya se disiparán los tornados que rondan tus sentidos,
ya se unirá lo dicho con lo hecho,
cesará la necesidad de vivir como péndulo.
Pronto podremos trazar nuestros miedos
en nuestros cuerpos, en forma de semillas,
para que florezcan desde las orillas,
los frutos dulces de nuestros tropiezos.

No te urjas, compañero,
si no estás en mis recuerdos.
Y es que no tienes por qué estarlo,
del pasado se aprende,
hoy eres lo indiscutible,
el presente, el alza del momento.
Déjame mostrarte: todo tiene sentido,
permíteme adornar tus penas con mis gestos emotivos,
déjame, en el arroyo de la inmensa soberanía,
con la que tus manos hurgan en mi esqueleto
lograr, imperativo,
detener tu tacto inquieto.

Cuéntame, mi amante,
la historia más triste de tu existencia,
déjame derrotar a tus demonios,
Seré cual escudero, te juraré lealtad y amor eterno,
protegeré con mi vida tu anhelado cuerpo,
Y derramaré mi sangre,
tras cansadas batallas,
sobre quienes yacerán derrotados
porque los vencimos -sí, amor, los vencimos-
sólo al tomarnos de la mano
en la estructura de cemento
y su hedonismo ventisquero.

Permíteme, precioso mío
ser la inminencia de lo incierto,
la burla del error de texto,
déjame ser el disfrute de lo inédito:
El linfo ya no lindo,
El miocardo y no amor mío,
el hombre ya no mujer,
el ateo otrora cristiano,
el marxista jamás idealista,
el creyente a su manera,
el que termine el tic tac que te desespera,
permíteme ser la oposición que ansiabas
quien derrote al pasado
quien sea la savia nueva
que conquiste la síntesis de 27 primaveras.

No llores, mi amor,
en un baño escondido,
mientras eres la expresión
del enajenado común visto,
con tu mano en tu miembro,
y la otra en el tecnológico brillo,
tus lágrimas cayendo,
y yo corriendo al encuentro de ese sinsentido:
tomemos los fusiles, cariño mío,
esclavicemos juntos el cruento hastío,
la rabia del salvaje ostracismo,
que nos condena a amarnos escondidos
sometidos por el individualismo,
asesinemos al avaro ideario
que nos condena a relacionarnos
mediados por quien mata en sombras,
con la hambruna, el negociado y el narcisismo,
venzamos la tortura
de vivir bajo el capitalismo.

Como inverso, esperado mío,
que nuestros paisajes del acaecido
no coloreen lo que hoy se afronta a ser habido:
yo no quiero tu rojo de tortura,
por cuantos tajos rompiste con tu brío;
tú no quieres mi azul cobarde,
que no distingue mar de cielo por haber resbalado antes,
yo no quiero no quererte,
porque tenerte quiero,
tú no quieres que contradiga
porque contradicción no debe ser deseo,
y yo deseo contradecirnos,
sólo en cuanto creas que no te creo.

“Que fluya todo, amor”
-me indicaste recién-
¿apliquémoslo para nuestra quimera?,
pues bien, ya lo ves:
en una mirada te contaré mi vida,
y luego, en un beso,
ofuscaré a quien te dijo debes ser esto y esto,
el milenio pasado ya no cuenta,
somos dos,
tú,
yo,
la vida,
Dios;
La victoria de tenernos,
el triunfo del pueblo,
la liberación del oprimido;
Somos dos,
Tú,
Yo,
El casquivano del otro,
quien hurga en los recónditos parajes
del corpóreo sexo de nosotros como amantes,
coexistimos, entonces,
como el complemento irrevocable;
Somos dos,
Tú,
Yo,
El roce en la cama,
o quizás la sobrecama
Tal vez no levantarnos de ella,
La noche, la tarde, la mañana;
Somos dos,
Tú,
Yo,
El karaoke de versículos
que vence a las plagas,
la rutina de alabar al amante
aquel que nos mima en nuestras artes;
Somos dos,
Tú,
Yo,
o quizás uno,
quizás
sólo, siempre,
fuimos uno.

Somos dos,
Somos uno;
Todo estará bien,
ya pasarán las penas,
dejé rutinas,
escribiré poemas.
No ames todo lo mío
ámame a mí,
todo estará bien,
si quieres ver,
mi sonrisa
cada minuto de tu vida,
todo estará bien,
ojitos de sol,
si eres la luz
de mis días.

Somos dos,
Tú y yo,
una única leyenda,
el destino no creído;
Somos dos,
Somos uno,
Somos dos,
Somos uno.

Somos dos,
te aprieto sonrojado,
Somos uno,
me recibes atormentado,
Somos dos,
me siento atacado,
Somos uno,
ya suspiras confundido,
Somos dos,
uno y todos,
somos uno,
todos… y todos,
Somos, quiénes somos,
Somos, quienes curan las heridas,
Somos, quienes no tienen la carga de hacerlo,
Somos, quienes ofrecen su corazón,
¿somos uno, somos dos?
es que
somos dos,
dos somos,
somos uno,
uno somos.

Demasiado tiempo,
demasiado,
penetro, agotado,
me entrego, lastimado,
Canto, en tu naso labio,
me sumerjo, compenetrados,
río, abrazado,
me inquieto, acorralado,
te extraño, ensimismado,
suenan los violines,
me embrujan sus vientos,
el momento ha llegado,
es inexcusable la respuesta,
somos dos,
somos uno,                                              
dos, uno,
uno o
dos.

Amor,
en cuanto te vi
no me enamoré.
Y hoy somos dos
pero uno
cada uno.

Ser libres

Libertad, igualdad y fraternidad, escuché. “Hace 43 años intervenimos en defensa de la libertad”, dijeron en la tele. A muchos parecía gustarles esa palabra. Me dijeron que hasta había una estatua en un país lejano que la honraba. Había que ser libres. Mi papá me explicó qué era: poder decidir por nosotros mismos, y todos podíamos. El esfuerzo siempre lograba todo. Corrí entusiasmado. Subí a mi cerro, ese que dice Renca, y vi Santiago. Qué ganas de ser tan libre como quienes vivían tan lejos, y poder decidir tener casas tan lindas con patios tan verdes. 

Baúl de Columnas y Cartas de Opinión


Algunas columnas/cartas de opinión repartidas por allí. Quizá qué piense de ellas en algunos años más.

La Tercera:
- Delincuencia y Derecho.
- Elección de Decano.
- Despenalización del Aborto

El Mostrador: 
- Usted no lo diga: desinformación y discriminación a las diversidades sexuales (con Álvaro González)

- Las Iglesias y los peligros de la ideología de género
- Libertad de expresión como justificación a los discursos de odio
- 11 delirios del combate contra la mal llamada ideología de género
-  
Disidencias sexuales y proceso constituyente: entre silencios y desafíos (con Matías Marambio)


El Desconcierto:
Las mentiras de Romero o el mito de la culpa de migrantes en la pandemia de VIH/SIDA
Universidad y Salud Mental: No es un problema millennial, es un problema de clase

- Proyecto 40hrs: de Piñera a Brahm, de La Moneda al Tribunal Constitucional

Actuar.cl:

- El mercado del feminismo


Noesnalaferia: 

- Fulvio Rossi: No es posverdad, es fascismo
- La Libertad más allá del bus: la violencia y el fracaso de Marcela Aranda (con Rodrigo Mallea)


Radar Renca:
Derecho a la rebelión: con todo, sino pa’ qué

El Quinto Poder:
- Homosexulidad y sociedad: la discriminación encubierta
- Frente a los dichos homofóbicos del profesor Cristóbal Orrego
- El concepto meritocrático de Escuela y acceso a la educación superior
- Chile, la CONFECH y el cogobierno
- A Van Rysselberghe: respuesta desde el sentido común y el derecho
- Aborto Terapéutico en Chile: ¿es constitucional?
- Ley Hinzpeter: la ley como mecanismo de represión social
- Aprobación de la Ley Hinzpeter: ¿de qué hablamos?


10 oct 2017

De ti misma


Quiero que seas libre
de la prisión de ti misma
que seas portadora
de tu propia vida
que no dependas de nadie
para cruzar las mamparas
de senderos rociados y nuevos
que nos esperan aunque hoy no haya nada
que no te dé miedo salir sola
para no hallarte perdida
que puedas roncar libremente
ahuyentando los fantasmas
de relaciones viejas y podridas
que resquebrajaron el barro
que pronto pisarás como cemento
y ni el temblor de tus angustias
ni la soledad falsa de tus miedos
dominarán tus te quiero
porque quiero que seas libre
bella y dulce desesperación
de las máquinas que fortifican poses
que todas y todos tenemos
quiero que seas libre pensadora
emocionalmente responsable con el mundo
pero contigo misma
porque oye, reina y a la vez princesa
debes ser consecuente con lo que afuera luchas
primero dentro de ti
venciendo monstruos que quiero que venzas
para que la risa no sea un verso de poesía
sino la alegría del reencuentro
con eso que veías y perdiste
que no sabes cuándo perdiste
cuando no entiendes cuándo te perdiste
y por eso quiero que la única dependencia sea a la lucha
con las siestas que requieras
porque no quiero que seas mártir
ni de lo que sientes ni de lo que deseas
flota libre río arriba
quiero que nunca te sometas
que vuelvas a rugir en todas tus facetas
darás cara con tu bella cara
que siempre cargas aunque no te guste
aunque ni tú te la creas
que no te venzan los malos ojos
ni los golpes que traes a cuestas
que te quiero tanto
que debes ser libre
de la escena oscura y tierna
de verte llorando
a ti misma.

9 oct 2017

Balsa


Cuánta emoción hay
en el río abajo
de la sangre de mis arterias.

Fuiste un suspiro
que parecía sería
la balsa precisa
para sortear el camino
de punzares negros
y acento argentino,
o bueno, quizá,
al menos
sortearme a mí mismo.

Cuánta emoción hay
en la cuesta arriba
de la corriente de mis miserias.

Cogiste el soborno
de la tecnología
reemplazo del relajo de ranas,
instrumento
y la cama mía.

Palabra precisa
que hiere la dicha,
no habrá quebrajoso rojo
la pena vuela
el aliento se recobra
fue un cariño de utilería.

Cuánta emoción ya no hay
en el lago manso
de lo que tanto parecía.

17 jul 2017

Subyugado

Se resquebraja mi corazón subyugado
como vidrio ya rompecabezas
y en cada filoso trozo se reseña
las infidelidades hechas por ti siluetas
que huelen al despilfarro de mi ego
y el desgarro de tantas palabras finas
que hoy parecen ser huecas.

El simbolismo es a la violencia
lo que tu reto fue a mis afrentas
que, orbitando por esta misma fecha,
hicieron sucumbirme en lágrimas de histeria
adormecidas con almidón de pequeñas tabletas
condena de cadenas que hoy aún traigo
pues, sin ellas,
vuelvo a recordarte altivo
de lengua nada discreta
con envío de íntima escena
buscando pernoctar en carpa ajena.

Ay de mí y ay de ti
no se puede despachar ningún peso
si no aligeramos la maleza
si no rompemos los tendones
de las raíces que traes a cuestas.
No me dejes cargar más de la cuenta
sólo por no querer platicar con franqueza
que preferiría asumir que soy débil

antes que oprimirte con servidumbre ajena.

13 mar 2017

Ignorado

Derretí mis dedos en el teclado
para que simularan hoy palabras
forcé, al punto de las lágrimas
el desahogo de versos bellos
para no dar un te desheredo
Demoré más de dos horas
y uno que otro sorbeteo
bebí té, amapola y amarguras
para esperar un qué bello Leo
Dormirme extrañado
esperando volver a ser encontrado,
el reconocimiento, claro,
del que tantas veces hemos hablado
ese no de egos
sino de alteridad
de ver allí
lo que otras veces no vemos
aunque fuera de nuevo
un solapado te quiero.

Pero nunca llegó
nunca importó
ya no vale
quizá nunca valió
espero sí haya valido
¿esperar?
es lo que hoy no quiero
o quizá
sencillamente
no puedo.

Qué importan las diferentes formas
había valor
y tú, otra vez
lo dejaste al azar
ignoradas
palabras
ignorado
yo
ignorante
el destino
eso, ahora sí,
lo elijo yo.

12 mar 2017

(Te) Extraño



Te extraño
tanto
que no logro comprender
si estás allá, solo,
o acompañado de mí,
pero conmigo acá.

Miro tornado mi cuerpo
yace exhausto
te echa de menos
tanto, tanto
como cuando está cansado
de gastarse en tus labios,
y que luego llora
por carecer de esos besos:
te has ido, sin mí, lejos,
dejándome un no-sé-qué-es-este-sentimiento
sólo sé que no es ni frío ni fuego,
y que quiero parirlo
para que esté de nuevo aquí adentro.

Me levanto cual espadachín en el suelo,
qué venga el arrebato,
para no dejarme vencer por tu incierto:
Tengo ganas de desafiarte,
de mirarte celoso y decirte que prefería
cuando, indiferente
nos negábamos hasta el abrazo;
cuando, reprimido de cariño,
socorríamos todas nuestras necesidades;
cuando el deseo obligaba a esos andares
sobre los cuales
no nos arrepentiríamos.

Deseo ese masoquismo casi religioso
de alabar a quien nos crea, enseña y castiga,
porque este delirio
comenzó como un tatuaje de cruz en mi hombro:
cada día de ausencia,
es mi cuerpo con menos trozos;
y yo, lejano pero nunca ajeno,
entusiasmado me pregunto
si el dibujo que grafica nuestra distancia
terminará en un acorazonado nosotros,
en mi gesto macilento,
o en tu llanto de cal y canto espeso;
o quizás en mis margaritas de por fin me decido
o, tal vez,
con otro rostro
que te recuerde
que nunca fui bien debido.

Pero como la tortura correspondida,
tiene tanto de crónico como de placentero:
puedo, pertinaz y extraño
volver a levantar las banderas de un te quiero
porque miro esos ojos
y siento correr tus fluidos por mi cuerpo,
porque recorro con mi sien tu cara,
y siento aguijones que erizan mis miembros,
porque cuando estás tan lejos,
sobre mis piernas te siento,
porque si la gramática tarda,
inventaremos una nueva expresión para un te quiero:
te prometo que el te amo no bastará

y el te adoro se nos hará pasajero.