17 feb 2012

Espinas duras.


Amor, el te quiero plástico no puede ser regado

Si cercenas cada camelia al fin brotada

Con la misma tijera recurrentemente usada

Jardinera de mi calma,

No barras con tus mentiras

Los restos verdes de mis alegrías.


Amor, en las anteras de greda

Cuelgo como adornos mis rodilleras

No habrá cubierta a más raspados

Si podas cada brote de tierno rasgo

Por el temor a ser cual cactus:

Herir con negada egolatría

De asecho en sigilo punzante,

O quizá ser la flor más bella

De ésta, nuestra primavera danzante.


Amor, te siembro hoy en anchura

Porque contigo comprendí

Que en voz de agua ardiente

Entona la fruta madura:

Hay ramos de rosas con espinas

Espinas duras.

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