17 jul 2017

Subyugado

Se resquebraja mi corazón subyugado
como vidrio ya rompecabezas
y en cada filoso trozo se reseña
las infidelidades hechas por ti siluetas
que huelen al despilfarro de mi ego
y el desgarro de tantas palabras finas
que hoy parecen ser huecas.

El simbolismo es a la violencia
lo que tu reto fue a mis afrentas
que, orbitando por esta misma fecha,
hicieron sucumbirme en lágrimas de histeria
adormecidas con almidón de pequeñas tabletas
condena de cadenas que hoy aún traigo
pues, sin ellas,
vuelvo a recordarte altivo
de lengua nada discreta
con envío de íntima escena
buscando pernoctar en carpa ajena.

Ay de mí y ay de ti
no se puede despachar ningún peso
si no aligeramos la maleza
si no rompemos los tendones
de las raíces que traes a cuestas.
No me dejes cargar más de la cuenta
sólo por no querer platicar con franqueza
que preferiría asumir que soy débil

antes que oprimirte con servidumbre ajena.