9 oct 2017

Balsa


Cuánta emoción hay
en el río abajo
de la sangre de mis arterias.

Fuiste un suspiro
que parecía sería
la balsa precisa
para sortear el camino
de punzares negros
y acento argentino,
o bueno, quizá,
al menos
sortearme a mí mismo.

Cuánta emoción hay
en la cuesta arriba
de la corriente de mis miserias.

Cogiste el soborno
de la tecnología
reemplazo del relajo de ranas,
instrumento
y la cama mía.

Palabra precisa
que hiere la dicha,
no habrá quebrajoso rojo
la pena vuela
el aliento se recobra
fue un cariño de utilería.

Cuánta emoción ya no hay
en el lago manso
de lo que tanto parecía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querer mirarte, si:la próxima ves sin amenaza ego-desesperadas. Aprenderė a malgastar máscaras, a repararlas, por mi frustración de imposibilitarnos, asi fue una antigua verguenza cruda de pasos cobardes. Sí, arremeterme me daria esa femenina forma de volver a hablarte, sin frontera sin ilusión.Tù y tu mirada me ha hablado más, me han perdido mas que mi propia deserción y te hablo por no ser de por aca, y por prender las hogueras del valor, no las del control mortal,.