Coróname como el silencio que baña a tus
heridas
Como el barco encallado y tú la roca
La polución que habrá de agotar vidas,
Como aquella bandera que arrojas a la
ventisca,
Roja, siempre roja,
¡Cómo me arrojas a la ventisca!…
¡Cómo me arrojas a la ventisca!…
Coróname como el caminante de orilla de mar
Aquel que ha hecho de la soledad su corolario
Aquella que convierte en calma su aguantar
Como aquellos a los que les pesa más el ego
Como aquellos a los que les pesa más el ego
Que cualquier verdad.
Coróname como la canción que miente sobre perenne historia,
Expele para ello los versos que viertes
por mí
Y que claro, has repetido a tantos otros
Ellos -de seguro- habrán de hartar hasta
el colmo aquí.
Coróname como la risa forzada de tu
rostro exhausto
Como la ternura límpida
Del confundir vivir por mí
Del confundir vivir por mí
Con el tener mi vida para escindir tus
sonrisas,
Déjame ser el rey de tu ironía
Para que sepas que has ganado
Y yo me burle de tu inexacta e ingenua,
-La misma de siempre- sabiduría.
-La misma de siempre- sabiduría.
Coróname como el banquete que adornará
la gala de tu yo decido
Para saciar tus ansias,
Para adormecer con gula la sorna de
quienes lo creerán un sinsentido.
Coróname como el erguido cuello que
termina en pico
Como el que se alimenta del celoso nado
de su presa
Déjame ser la pecera que lo salvará de
nuestra ambivalencia,
Te pido que me corones como la pregunta
inquieta:
¿Has de preferir la vida con el encierro como tu reina,
¿Has de preferir la vida con el encierro como tu reina,
O acaso te aventurarás al desconocido,
siempre magno,
Para bucear a mundo ancho sin ninguna
vestimenta?
Coróname como aquel Cupido que yerra en
su objetivo
Como el harto del por siempre cuando
concluye en compañero rotativo,
Coróname como la puesta de sol que
descubre cuán infame ha sido el arrebol,
Permíteme ser el frío que rasgará tus
vestidos
La pluma que escribirá en arena cuánto
no ama,
(Aquello que borrará el mar en un
rugido),
Lo boreal que colorea en tus muecas la
corona que hoy de ti recibo,
Coróname para ser tu sangría y tus
puntos suspensivos.
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