La vida de Cerati es una más, como cualquier otra. Sin embargo, todos tenemos ciertas personas que nos inspiran más cariño, admiración o sentimiento. Personalmente, sólo cuando leí que se había muerto (simple rumor) me provocó algo de pena: era inevitable -y no sólo por ser mi artista favorito- sino que con él se van recuerdos de infancia, adolescencia y juventud. La esencia de la vida no es efímera, y tal como la tenemos hoy quizá mañana ya no se encuentre para disfrutarla. ¡Qué estas situaciones nos sirvan para entender lo mucho que podemos ser, lo mucho que podemos dar, lo mucho que podemos cambiar nuestra realidad! Sí, su vida vale lo mismo que cualquier otra, como cualquier otra que en estos momentos sufre desolación y pena, hambre y amargura; pero debemos recordar ello no sólo para creernos moral o incluso intelectualmente superiores, sino para revolucionar nuestro mundo día a día , por ellos y por nosotros, tal como él lo ha intentado. De lo contrario, sólo seremos cínicos creyéndonos parte de una jerarquía inexistente. Fuerza Cerati.
1 comentario:
Igual crecí escuchando sus canciones. Grande Cerati!!
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