Mírame
estoy por envidia humana enjaulado:
soy tu pájaro herido
acorralado por seres, ni siquiera,
de instinto reprimido,
si no de querer ser libres,
no sumisos.
No creas historias
de vicios de indecisión:
tú me conoces,
moldeas mis instintos.
Yo te amo,
tú, ¿me amas?
entonces,
¿para qué escuchas otra cosa,
Si no habrá oído para algo mejor?
Son vuelos de una sola mano
soy volcán y lago,
erupción y espera
de ese deseo de raíz cuadrada
para el trapecio de dieciséis piernas.
Y es que extrañaba tanto el tinto
que hice vino con otros labios,
labios de abertura al guiño necesario
para merodear en telares rosa
para tejer, exhausto,
de pedrada a emboscada,
punta croché a una nueva alma.
Amor no-mío
¿por qué me dices eso?
no te he sido infiel,
sólo amé más de lo permitido
y es que este corazón,
tan grande y desprendido,
no sabe conformarse
con un único cariño.
con un único cariño.