¿Sabes? Hoy es una excelente ocasión para dejar de omitirnos, para dejar la reticencia, para dejar la apatía. Hoy querré robar tu conciencia, por un momento raptaré el miedo, nos disfrazaremos y de una vez por todas podremos mirarnos sin temor. Hoy, sí, hoy, haré que observes tus suspiros, que me veas con aquellos ojos escarchados, que sientas que sí puede ser. Hoy, hoy, y hoy más que nunca, te diré cuánto te quiero, tanto como nunca nadie antes lo he hecho, tanto como nunca lo oirás de nuevo. Hoy, eternamente hoy, la soledad ya no tendrá más cabida para los dos, la vida la querremos intensa, fluiremos sin un fin más que el sentirnos el uno para el otro. Hoy, precisamente hoy, revolucionaremos el mundo desde la dicha de un cariño sin ambigüedades, de un te quiero sin excusas. Hoy siempre es hoy, y así tenlo muy claro, pues estás en estas palabras.